Hola, hermanitos. Bienvenidos una vez más. El día de hoy les quiero hablar de la experiencia que deja PCC en concreto, para el que todavía no se animó para seguir a Jesús y su promesa de amor hacia el mundo. Jesús camina sobre las aguas para demostrarnos que podemos confiar en su persona, que nada hemos de temer porque él será nuestro salvador. Este proceso que hicimos con mis nuevos hermanos, es una huella para toda la vida. No olvidaremos este viaje e incluso puedo decir que adquirimos experiencias que se van a quedar siempre en cada uno de nosotros.
Cerramos los ojos para ir más profundo, conectar con nuestro interior es muy importante. Porque así puedo dialogar con Jesús y él me conocerá siempre incluso más de lo que yo misma puedo. Me amará, nos amará tal como somos. Con nuestro corazón, mente, con todo ese caos interior que yo sé que puede ser difícil de llevar. Por eso busca recibirnos en brazos por la eternidad, porque empieza un camino hasta la orilla de los que creemos. Quiero invitarte a que no te quedes quieto, que vayamos haciendo este camino juntos.
Estás invitado siempre a la orilla de los que confían en el amor, ver presencia de Jesús viva en el medio de la gente que le rodea, tienen Fe y tienen a Jesús por amigo que nunca les va a fallar. Porque él es el camino, es la verdad, es la vida. Es el río de agua viva por el que Dios Padre quiere permanecer a nuestro lado. Como buen hermano, Jesús reza por nosotros. El amor del Padre es la expresión de libertad para nuestras vidas. Nuestro hermano nos abraza, nos sujeta. No nos permitirá caer.
Pero todos tenemos vientos en contra para acercarnos hasta él. Puede ser dificultad en tus vínculos familiares, la desesperanza en el presente o el futuro, la falta de confianza, inseguridades, alguna pérdida, dolor o enfermedad, o simplemente aquello que es de nuestra naturaleza, eso que no podemos modificar, aunque viviendo en el amor se hace llevadero. Jesús en realidad quiere salvar nuestras vidas. Nos llama por nombre, no le somos indiferentes.
Por esto es que busca acercarse. No hay nada que no haga en nosotros si se lo pedimos de corazón. La pregunta real es ¿qué tan cerrado tienen el corazón? ¿dejan realmente que se acerque y les muestre el camino? ¿una vida nueva en el amor? ¿tienen una Fe resplandeciente o se ha ido apagando con las circunstancias del mundo? De su pequeño mundo, no tienen que irse tan lejos para pensar en estas palabras, hermanitos. Cuando los discípulos estaban en medio de la tormenta, el amigo que nunca falla, Jesús, la detuvo.
Estás invitado siempre a la orilla de los que confían en el amor, ver presencia de Jesús viva en el medio de la gente que le rodea, tienen Fe y tienen a Jesús por amigo que nunca les va a fallar. Porque él es el camino, es la verdad, es la vida. Es el río de agua viva por el que Dios Padre quiere permanecer a nuestro lado. Como buen hermano, Jesús reza por nosotros. El amor del Padre es la expresión de libertad para nuestras vidas. Nuestro hermano nos abraza, nos sujeta. No nos permitirá caer.
Pero todos tenemos vientos en contra para acercarnos hasta él. Puede ser dificultad en tus vínculos familiares, la desesperanza en el presente o el futuro, la falta de confianza, inseguridades, alguna pérdida, dolor o enfermedad, o simplemente aquello que es de nuestra naturaleza, eso que no podemos modificar, aunque viviendo en el amor se hace llevadero. Jesús en realidad quiere salvar nuestras vidas. Nos llama por nombre, no le somos indiferentes.
Por esto es que busca acercarse. No hay nada que no haga en nosotros si se lo pedimos de corazón. La pregunta real es ¿qué tan cerrado tienen el corazón? ¿dejan realmente que se acerque y les muestre el camino? ¿una vida nueva en el amor? ¿tienen una Fe resplandeciente o se ha ido apagando con las circunstancias del mundo? De su pequeño mundo, no tienen que irse tan lejos para pensar en estas palabras, hermanitos. Cuando los discípulos estaban en medio de la tormenta, el amigo que nunca falla, Jesús, la detuvo.
Sé que puede detener tu tormenta, incluso la mía. Nos pide ir a su encuentro, para combatir nuestros temores. Podemos pedirle juntos que nos rescate. Si estas palabras te llegan, si sentís que son para vos, dejame en los comentarios tu pensar. Recordando que no estás solo, la mano de aquellos que somos hermanos siempre estará sobre la tuya, sin importar lo que pase. No espero que salgas corriendo a buscarme, pero tendré los brazos abiertos para esperar que vengas a casa conmigo, con nosotros.
Los esperamos Mar Adentro, porque queremos que vivan este Sí tan profundo ante su amor.
-Sofi
PCC Adrogué 2019
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