Queridos hermanitos, hoy les vengo a traer una entrada sobre el Bautismo. Si fuimos bautizados, a través de fotos quizá podamos traer ese momento a la memoria. Jesús nos regaló un Don, un Don de Vida a través de Él, quien fue bautizado por Juan (llamado "el Bautista"), quien preparaba a las personas para recibir a Jesús. Les hacía una invitación para aprender a amar. Purificaba cada uno entre la gente. Pero ¿ustedes sabían que esto implica para Cristo hacerse unidad con nosotros? ¿Compartiendo nuestra suerte? ¿Poniéndose a nuestra altura? Seguramente no. Nos otorga con ello el Don de ser Hijos de Dios, del Altísimo.
Tu vida, mi vida, nuestra vida ante el Padre tiene exactamente el mismo valor que la de Jesús ¿cómo te hace sentir eso? Por ello, el Río Jordán es símbolo de purificación que nos volverá mejores como personas. Dios quiso que fuéramos bautizados, porque él eligió decirnos a través de este gesto que somos sus hijos amados y predilectos. Nos ama de un modo particular como único. Gracias a este regalo tan especial, nos sentimos hermanos a través del mismo. Eso es lo que somos. Nacimos a la vida cuando fuimos Bautizados.
Recibimos así la semilla de la vida nueva. La cual no solamente nos purifica, sino que nos vuelve participantes de la naturaleza divina. Porque en Cristo somos iglesia y templo del Espíritu Santo. Nos concede la vida y obra bajo la emoción del mismo, creciendo en Él bajo sus santísimas virtudes. Pero también debemos reconocer las nuestras. Porque simplemente así podemos volvernos nuevas criaturas a través del mencionado Sacramento. La vida del Cristiano no es ordinaria, sino que es verdaderamente especial y única. Jesús nos da el don de vivir el verdadero amor. Manifiesta con actitudes concretas que somos hijos del Padre ¿pero cómo lo somos actualmente? Reconocer esto nos hace crecer. Como personas e igualmente en Gracia Bautismal.
Jesús asume nuestra debilidad en su persona, volviéndose uno con nosotros. Nos vuelve parte de su naturaleza divina, volviéndose tan humano como nosotros al mismo tiempo. ¿Qué me genera en mi caso sentirme hija de Dios? Además, su hija favorita. Saber que me ama muchísimo. Llena esto mi corazón de gozo y alegría, por eso te invito a recibirlo en el tuyo durante esta Navidad y en el año 2020, no olvides hacerle un lugar en tu mesa el día de su Nacimiento, porque todo lo vas a poder en Él, ya que con su amor te hará fuerte.
Recordá siempre sus palabras exactas, referentes a Jesús y a nosotros: "él es mi hijo muy querido, en él tengo toda mi predilección".
-Sofi.
PCC Adrogué 2019.
Tu vida, mi vida, nuestra vida ante el Padre tiene exactamente el mismo valor que la de Jesús ¿cómo te hace sentir eso? Por ello, el Río Jordán es símbolo de purificación que nos volverá mejores como personas. Dios quiso que fuéramos bautizados, porque él eligió decirnos a través de este gesto que somos sus hijos amados y predilectos. Nos ama de un modo particular como único. Gracias a este regalo tan especial, nos sentimos hermanos a través del mismo. Eso es lo que somos. Nacimos a la vida cuando fuimos Bautizados.
Recibimos así la semilla de la vida nueva. La cual no solamente nos purifica, sino que nos vuelve participantes de la naturaleza divina. Porque en Cristo somos iglesia y templo del Espíritu Santo. Nos concede la vida y obra bajo la emoción del mismo, creciendo en Él bajo sus santísimas virtudes. Pero también debemos reconocer las nuestras. Porque simplemente así podemos volvernos nuevas criaturas a través del mencionado Sacramento. La vida del Cristiano no es ordinaria, sino que es verdaderamente especial y única. Jesús nos da el don de vivir el verdadero amor. Manifiesta con actitudes concretas que somos hijos del Padre ¿pero cómo lo somos actualmente? Reconocer esto nos hace crecer. Como personas e igualmente en Gracia Bautismal.
Jesús asume nuestra debilidad en su persona, volviéndose uno con nosotros. Nos vuelve parte de su naturaleza divina, volviéndose tan humano como nosotros al mismo tiempo. ¿Qué me genera en mi caso sentirme hija de Dios? Además, su hija favorita. Saber que me ama muchísimo. Llena esto mi corazón de gozo y alegría, por eso te invito a recibirlo en el tuyo durante esta Navidad y en el año 2020, no olvides hacerle un lugar en tu mesa el día de su Nacimiento, porque todo lo vas a poder en Él, ya que con su amor te hará fuerte.
Recordá siempre sus palabras exactas, referentes a Jesús y a nosotros: "él es mi hijo muy querido, en él tengo toda mi predilección".
-Sofi.
PCC Adrogué 2019.
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