Buenas noches, hermanitos. Bienvenidos otra vez a mi pequeño templo digital. Soy Sofi y hoy les vengo a compartir otra experiencia más de fe. Acá estoy en una noche más, en otro año donde comencé otra vez con todo. El Señor me fue mostrando los caminos hasta llegar a una comunidad diferente. En su amor, en su infinita misericordia me llamó a cumplir con un don de servicio, del que me habló unos años atrás. En búsqueda de algo más me crucé con el MEJ, es decir, el Movimiento Eucarístico Juvenil, donde también me cambió el corazón para siempre y soy cada día más una loca enamorada de Cristo.
Hace poquito estaba en un retiro de silencio, donde tuve una experiencia maravillosa de cercanía con ese Jesús vivo, que me ama y dio en algún momento su vida para comprarme a precio de sangre. Fui consciente verdaderamente de la relación con mi Padre del Cielo y saberme Criatura amada, porque eso soy, conmovió mi corazón con creces. Cuando casi pensé que se me había olvidado cómo escribir estas líneas, su amor me trajo a la vida de nueva cuenta.
Yo no sé ustedes, pero en mi opinión este tiempo de Adviento nos sirve para rectificar y volver a acercarnos al amor de Dios, porque en algún punto escapamos de lo que nos está pasando y empezamos a sentir ese vacío característico que solamente su presencia puede llenar. Lo digo por experiencia. No hay nada mejor en la vida que saberse amado por Papá Dios. Acá es donde Jesús nos brinda herramientas para poder tener otro estilo de vida, más positivo y más centrado en el amor hacia nuestro hermano.
¿Qué actitudes nos alejan de su amor sincero? Volver a este Dios que nos ama y nos dice que nos dejemos abrazar por su amor. Esa es la clave de una vida plena, porque si bien nos podemos preguntar por qué Él nos necesitaría, si somos simples seres humanos, lo cierto es que a sus ojos somos todo. El tesoro más valioso, los niños de sus ojos. Y aunque Él no nos necesita, nos ama como el Padre que es para nosotros. En cambio, como seres imperfectos sí necesitamos constantemente de su presencia.
Porque me gustaría sentirme abrazada por mi Papá, aquel amor que guardo en mi corazón estoy dispuesta a entregar.
Comentarios
Publicar un comentario